jueves, 28 de febrero de 2008

De mañana, por fin.

Es mi primera mañana en el CAP en toda la semana: llevo tres tardes seguidas de ponencias. Mañana estaré de mañana, pero no aquí sino en el CAP de Retiro así que esta mañana de jueves es mi única oportunidad en la semana de hacer con tranquilidad llamadas y todo ese trabajo de oficina que se va posponiendo de un día para otro. El horario es una de las pegas de este trabajo y es un factor que puede terminar afectando a tu vida cotidiana. Yo, por ejemplo, estoy hoy contenta de estar en mi mesita del CAP por la mañana pero ando un poco desorientada. También, estoy contenta por la sesión de ayer del curso de funcionarios en prácticas.
El curso se está desarrollando muy bien y también fue estupenda la sesión de ayer con Marcelino Ruiz, que se centró en convivencia. El eje de la sesión fue nuestro papel como profes en la enseñanza de normas y límites, en la actitud ante el conflicto, en la gestión de las relaciones con los padres todo esto presentado no desde un modelo exclusivamente teórico sino desde la teoría y la práctica de años del ponente en escuelas infantiles y escuelas de padres. Me alegraron mucho algunos comentarios en el momento de la despedida: nunca podían imaginar que un curso al que venían obligados pudiera aportarles tantas cosas. Como es de imaginar, me fui dando saltos de alegría, pero, desde una perspectiva realista, soy consciente de que hay momentos afortunados en el que la adversidad no actúa ( tocaremos madera) y todo parece ir bien y casan todas las variables. De verdad, ninguno de nosotros programa actividades para que salgan mal, pero lo cierto es que , en ocasiones, las actividades no se desarrollan según lo previsto por distintas circunstancias. Volveré sobre esto otro día.

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